2016-12-15

Fumar escorpiones


Dentro de todas las drogas del mundo, existe una que supera en potencia a la heroína o al opio. El daño que crea al cuerpo es igual de agresivo. Aún teniendo pleno conocimiento de las consecuencias, comunidades del Medio Oriente llevan décadas inhalando el veneno del escorpión para alucinar junto al mismo creador del universo. Debido a que este animal abunda en las zonas desérticas de la región, es sencillo salir de paseo y arriesgarse a cazarlos.

“El ‘viaje’ cuando se inhala escorpión dura casi 10 horas, pero no todo es placer“.


La preparación es bastante sencilla ya que básicamente se trata de poner a secar al sol o rostizar sobre un carbón caliente un escorpión muerto. Posteriormente se colocan trozos del animal en una pequeña pipa (como las que se utilizan para fumar hachís) y se fuma. La parte más cargada es la cola, por la concentración de veneno que hay ahí, sin embargo todo el animal sirve. Mientras hay quienes mezclan el escorpión con tabaco o con hachís, los fumadores más longevos prefieren inhalar exclusivamente el humo proveniente de su cuerpo.

Los adictos dicen que la cola del escorpión, donde se guarda el veneno, es la parte que más toxinas alucinógenas tiene, pero estudios científicos han comprobado que si es dañino inhalar el humo que sale de este animal, introducir al cuerpo su parte más ponzoñosa es mortal. El doctor Azaz Jamal, del Khyber Teaching Hospital, comentó que fumar escorpiones ocasiona la pérdida de la memoria a corto y largo plazo, además, el adicto desarrollo desórdenes en su apetito y sueño.

Sohbat Khan, un experimentado adicto a esta droga, reveló durante una entrevista con un periódico pakistaní que el estado dura aproximadamente 10 horas, de las cuáles las primeras seis horas el cuerpo entra en una etapa de agonía tratando de combatir y asimilar el veneno del animal. Después de una tortura, las horas restantes son de un placer tan intenso que ninguna otra sustancia puede ofrecer. “Todo parece danzar. Los caminos, los vehículos, todo frente a mí”.


A sus 74 años Khan llevaba alrededor de 5 décadas consumiendo escorpiones, la mayoría de ese tiempo en respuesta a una profunda adicción que el veneno fumado de este animal le generó. En la misma entrevista Khan confiesa que su dependencia lo llevó a bajar varios kilómetros, hasta la capital regional de Peshawar, para comprar escorpiones en el mercado; esto cuando simplemente no lograba encontrar más ejemplares en las cercanías de su pueblo, de Pakistán llegó a la India y descubrió que ya existía un mercado clandestino de colas de escorpiones. Los adictos tenían que pagar hasta 150 rupias indias por cada “piquete”.
 Apenas hace unos meses Sohbat logró liberarse de su añeja adicción, reemplazándola por opio; "una droga vence a otra droga", asegura.
“Se ponen trozos de su cuerpo en una pipa de hachís y se fuma directamente“.
Los expertos dicen que las toxinas del escorpión son peligrosas para el cerebro humano cuando se
inhalan. Entre las 1,750 especies conocidas de escorpiones, 25 son mortales. El resto de los animales no logran matar a quien pican, pero según el doctor Jamal Azaz, su veneno es mucho más dañino que otras drogas. Tal vez Sohbat Khanlo entendió esto a la mala y por eso dejó inhalarlo, aunque ahora dice que su vida le pertenece al opio. “Una droga mata a otra”.

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