La prisión situada en la Isla de Alcatraz, junto a la bahía de San Francisco (California) era una de las prisiones más seguras y famosas de los Estados Unidos y en la que importantes gángsters fueron encarcelados. Tal es el caso de Al Capone, por ejemplo, y del llamado "Hombre pájaro de Alcatraz".
Alcatraz fue primero un fuerte y una prisión militar. Entre 1934 y 1963 fue una penitenciaría de máxima seguridad.
Coloquialmente, también se le ha dado el nombre de "La Roca", con el que también se le denomina en la película del mismo nombre protagonizada por Sean Connery y Nicolas Cage.
La fama de la seguridad de Alcatraz le viene por el hecho de encontrarse en una isla y que todo el que quisiera fugarse tuviera que nadar por las frías aguas de la bahía, expuesto a sufrir una hipotermia o un ataque por parte de tiburones. Sin embargo, el nadador español David Meca consiguió cubrir a nado y con grilletes en los pies la distancia que separa la isla de la bahía de San Francisco.
La prisión dejó de utilizarse como tal en 1963 y se conserva como elemento turístico.
En verando de 1934 comenzaron a llegar los primeros internos destinados a Alcatraz. Desde el primer día, se aplicó el criterio de que al superpenal no fuera enviado directamente ningún recluso. Éstos habían de proceder de otras cárceles, en razón de la especial peligrosidad de cada uno. Así, en los demás establecimientos, constaba la advertencia de que el organizar motines, promover fugas, causar agresiones y demás enredos, traía consigo el castigo de ser trasladado a Alcatraz, perspectiva verdaderamente aterradora. El más célebre de los internos fue Al Capone, el cual llegó dentro de una expedición de cincuenta y tres penados que habían estado en Atlanta y fueron transportados en trenes especiales con precauciones alucinantes. Se los podría denominar la primera promoción del penal.
Alcatraz había nacido de la obsesión por la seguridad y la angustia porque no escapase jamás ningún preso con éxito. Cada día del año se efectuaban trece recuentos individuales, más otros seis de conjunto, aparte los que se ordenasen de modo casual e imprevisto. Además de estos enfadosos controles, el rigor y la monotónia del horario -que abarcaba desde las 6.30 de la mañana hasta las 21.30, con comidas a las 7, las 11.40 y a las 16.25- ayudaban a que surgiesen tensiones entre los presos. Quedará como un misterio impenetrable de Alcatraz el de si se infligieron allí castigos muy poderosos, además del temible confinamiento en las celdas especiales cuyos detalles han quedado también en las sombras. Consta solamente que en algunas celdas los presos estaban encadenados al techo, rareza ésta que no se debía a ningún refinamiento sádico, sino a que ciertas paredes no eran suficientemente sólidas para clavar hierros.
La comida era el único capitulo gratp de la vida en Alcatraz, junto con la exquisita higiene y limpieza. Incluso durante la guerra, se mantuvo un nivel extraordinario de cocina, y se permitia que los presos escogieran los platos dentro de un menú. Lo que estaba severamente prohibido es que se dejaran la comida en el plato. Si lo hacían, se les privaba de la comida siguiente.
- Presos Famosos
> Robert Stroud, más conocido por el público como el "hombre pájaro de Alcatraz", fue trasladado a Alcatraz en 1942. Nunca manifestó ningún empeño en escapar de allí, pasó en la cárcel más de
cincuenta años de su vida. Y con toda justicia, dicho sea de paso, porque su "curriculum" delictivo era impresionante: comprendía el asesinato de un guardián de la cárcel, además del homicidio que le había llevado a ésta, robos y atracos en profusión, sazonados con ribetes sádicos y de componente sexual desviado, de agravantes de toda clase y del uso del alcohol y drogas , que siguió consumiendo entre rejas durante muchos años.
La cría de pájaros en su celda comenzó en la prisión de Leawenworth, donde le cedieron otras dos vecinas para ir ampliando sus instalaciones. En ellas llegó a tener trescientos pájaros, con los cuales comerciaba. La dirección de la prisión se disgustó con Stroud porque éste abusaba de la tolerancia con que se miró su aficion, pasando cartas al exterior disimuladas en las jaulas de los pájarosl Por si fuera poco, se había montado en la celda toda una instalación destiladora de alcohol.
Cuando llegó a Alcatraz, Stroud había pasado de la afición a la cría de pájaros a considerarse un experto en ornitología. Leía y anotaba libros científicos, y hacia 1955 escribió una autobiografía que tuvo mucho éxito y que dio pie a una pelicula rosada y benévola , donde sólo se mostraban los aspectos gratos de su persona y se exageraba considerablemente su conocimiento científico de los pájaros. Éste no rebasaba de los niveles técnicos de un hombre práctico y cuidados aplicado a la crianza de aquéllos. Aun así, Stroud llevó a término la redacción de un libro sobre enfermedades de los canários y otro sobre las de los pájaros en general que se han vendido bien y que son de utilidad.
Stroud murió en el año 1963, tras haber sido trasladado a otros hospitales penitenciarios. Robert Kennedy era el fiscal general y, al atender las peticiones que se le hacían de condederle la libertad para que muriese en su casa , contestó: "¡ Pero si su casa es la cárcel!".
Mientras cumplía condena en Atlanta , el gánster aún controlaba la mayoría de sus negocios con la compra de los guardias. En su estancia en Alcatraz, fue preso de la tortura psicológica ocasionada por la regla de silencio en donde nadie hablaría a menos que un oficial norteamericano lo hiciera primero, dejando el lugar con una atmósfera inhumana y tortuoria. "Big Al" generó una increíble atención por parte de los medios aunque sólo permaneció allí durante cuatro años y medio antes de contraer sífilis terciaria y de ser ingresado en el hospital de la cárcel.
> George "Machine Gun" Kelly llegó el 4 de septiembre de 1934. En Alcatraz, Kelly alardeaba constantemente acerca de varios robos y asesinatos que nunca había cometido. A pesar de todo, el alcaide Johnson le consideraba un preso modelo. Kelly regresó a la prisión de Leavenworth en 1951.
- Intentos de Fuga
Ya hemos repetido que Alcatraz era una especie de monumento a la pretensión de no permitir fuga ninguna. Sus planos y reglamentos estaban inspirados por este criterio fundamental. Aun así, se reigistraron en sus anales catorce intentos de fuga, de los cuales el decimotercero fue probablemente el único afortunado. Los otros terminaron con la captura de los fugitivos o la práctica evidencia de sus cadáveres. Además del intento número 13- que detallaremos algo más-, queda en pie, como un fantasma indefinido, la citada leyenda de que en momentos de crispación algunos de los reclusos recibieran tratos tan malos que les excitaban a emprender la ominosa tentativa de fuga.
La prensa norteamericana recibió diversas denuncias de tales atropellos, a veces muy detalladas: éste se pasó seis semanas en los calabozos, aquél fue apaleado, el de más allá fue rociado con gases, el otro está loco y encerrado en una jaula. No son muy de fiar estas informaciones porque, en definitiva, proceden de los presos mismos y éstos a menudo, tendían a distorsionarlas.
Algunos estaban convencidos de que la suprema autoridad sobre ellos era la de España, porque la fortaleza donde se encontraban pertenecía de derecho a nuestro país. Con fundamentos de esta clase, cabía esperar de muchos de los presos la conducta más extraña. Con todo, los mencionados rumores fueron objeto de investigación hacia 1939.
Dentro de los intentos de evasión, hay varios de estilo alocado y desesperado, como lo fue el primero que hubo, el de Joseph Bowers, el 27 de abril de 1936. Cumplía este preso una condena de veinticinco años por un robo de 16,63 dólares. Había tenido Bowers el desacierto de atracar una tienda de pueblo donde atendían también el servicio de correos, razón por la que el delito adquirió gravedad. El día de la fuga, Bowers escaló una alta alambrada, le avisaron, le dispararon y cayó desde veinte metros de altura.
En el segundo intento, registrado el 16 de diciembre de 1937, los dos fugitivos desaparecieron sin que se haya sabido nada de ellos. Eran Ralph Roe y Theodore Cole, dos peligrosos delincuentes condenados a penas de larga duración. Aprovecharón un día de niebla y probablemente llegaron al mar. Con todo, las mareas muy fuertes, las aguas heladas y las corrientes vigorosas de aquel día, inclinan a pensar que perecieron ahogados. Otros intentos de fuga fueron abortados en el curso de tiroteos donde murieron algunos guardias y los fugitivos fueron muertos o heridos, cuando no se rindieron y fueron objeto de nuevas sentencias. Al ser juzgados de nuevo por los delitos implicados en sus intentos de fuga, los acusados se defendieron incriminando las condiciones de vida de Alcatraz. Hacia 1939 se procedió a alguna reforma en las dependencias de aislamiento.
El intento de fuga más sangriento fue el décimo, ocurrido el 2 de mayo de 1946. Fue obra de seis reclusos, tres de los cuales resultaron muertos, al igual que dos guardianes. Fueron heridos además otros diecisiete guardianes y un preso. Los dos restantes fueron ejecutados luego por su participación en aquellas muertes. En el transcurso de su tentativa, los fugitivos soltaron a cuantos presos pudieron y éstos se hicieron fuertes en determinadas dependencias del penal, con tanto ahínco que hubo que llamar al ejército y a los marines, ademas de guardias de otras prisiones, para reducirlos. Con este fin fueron utilizados gases, granadas anticarro y cargas de demolición. La llamada con toda justicia "batalla de Alcatraz" dio argumentos a los críticos del penal y demostró que el mecanismos del centro podía ser colapsado por los presos, en contra de todas las premisas barajadas en su organización y funcionamiento.
El decimotercer intento, del 11 de junio de 1962, es el que dio fundamento a una película relativamente reciente, la cual especula con las suerte que corrieron los tres fugitivos Aunque la tesis oficial es que perecieron en las aguas, consta que éstas no estaban tan adversas como en el intento fracasado que antes hemos reseñado: el mar estaba a doce grados y la corriente era moderada. Los protagonistas fueron Frank Lee Morris y los hermanos John y Clarence Anglin, ladrones de bancos. El relato cinematográfico saca simpático partido del ingenioso artificio de la fuga. Los presos trabajaban en el taller artístico de Alcatraz y eran hábiles pintores. Además de sustituir con unos cartones pintados las rejas de los conductos de ventilación por donde se fugaron, aquellos artistas fabricaron tres cabezas de pasta, les dieron color y les pusieron cabello auténtico, recogido de la barbería de Alcatraz. Las cabezas, colocadas en sus respectivas camas, daban la impresión de que seguían en las mismas cuando se efectuaron los recuentos. En el curso de esta evasión , los presos sacaron partido de una serie de errores, descuidos y torpezas de los guardianes y consta que llegaron hasta el mar Días después, en el otro lado de la bahía, se encontró una cartera con fotos familiares que se relacionó con uno de los fugitivos. Nada más se ha sabido luego de ellos.
Esta evasión , más el intento fallido que se produciría el 14 de diciembre de 1962 -y que fue el último-, reavivó la polémica sobre Alcatraz. Si además de propicio a los jaleos, decián sus enemigos, resulta que el penal es vulnerable,¿para qué sirve?. Para colmo de males, ocurría que la salinidad del aire corroía las estructuras metálicas y hasta el propio cemento, de forma que hubiera obligado a una costosa reconstrucción. El vecindario de la bahía protestaba también de que Alcatraz fuera una fuente de residuos que desembocaban en el agua. En suma, durante la gestión de Robert Kennedy en la fiscalía general de los Estados Unidos, se adoptó la decisión de cerrar el penal. Era el año de 1963. Más tarde recobraría cierta notoriedad cuando se apoderó de él un grupo de ecologistas y de valedores de los pieles rojas. En el momento presente, se ha convertido en centro de curiosidad turística. Allí se venden los materiales informativos que hemos resumido en esta miscelanea. El último preso, Frank Watherman, al abandonar aquel lugar el día 21 de marzo de 1963, comentó sentencioso: " Alcatraz nunca hizo ningún bien a nadie".
¿SUCESOS MISTERIOSOS Y FENÓMENOS PARANORMALES?
En los albores de los años 60 las denuncias sobre las condiciones crueles e inhumanas en las que vivían los reclusos de la prisión se amontonaban sobre los escritorios de la judicatura norteamericana. Al final, en marzo de 1963, la Agencia Estatal de Prisiones decidió el cierre definitivo del enclave carcelario. Desde entonces, al margen de servir como el escenario perfecto para el rodaje de películas, series y reportajes de todo tipo, forma parte del circuito turístico de la zona para personas ávidas de morbo; al encuentro de las más variopintas emociones.
Según parece los informes sobre todo tipo de fenómenos inexplicables nunca han cesado y han sido varios los testigos presenciales que han vivido en sus propias carnes experiencias de lo más extrañas. Varios de los guías turísticos coinciden en afirmar, que en la celda 14D (una de las celdas donde los reclusos pasaban largas jornadas incomunicados en el bloque D) han sentido "fuertes opresiones en el pecho (...) La temperatura de esta celda es mucho más fría que las otras del bloque (...) No se puede entrar sin cazadora".
Un rumor que ha corrido de boca en boca desde hace muchos años, se refiere a un suceso aterrador que tuvo lugar en dicha celda en 1940. Un preso fue encerrado en la celda de castigo y a los pocos minutos empezó a gritar como un poseso que una extraña criatura de ojos brillantes le estaba acechando. Nadie respondió a los gritos horripilantes del recluso y a la mañana siguiente los guardias encontraron al preso sin vida agazapado en un rincón de la celda con una expresión horrible reflejada en su cara. Las investigaciones que se llevaron a cabo para esclarecer la extraña muerte del convicto no dieron ningún fruto. El caso no llegó a resolverse aunque, algunos de los guardias afirmaron que el asesino podría haber sido el espíritu de algún interno fallecido en alguna de las celdas del bloque D.
Otras crónicas de antaño citan los lúgubres sótanos de la cárcel como lugar de apariciones espeluznantes, inexplicables olores, bruscos cambios de temperatura y gemidos aterradores. Entre 1946 y 1963 miembros de la seguridad del penal afirmaron haber presenciado el deambular de figuras fantasmales a las que bautizaron como "soldados fantasma", en clara alusión a los presos confederados muertos en el lugar durante la Guerra de Secesión"
Otras crónicas de antaño citan los lúgubres sótanos de la cárcel como lugar de apariciones espeluznantes, inexplicables olores, bruscos cambios de temperatura y gemidos aterradores. Entre 1946 y 1963 miembros de la seguridad del penal afirmaron haber presenciado el deambular de figuras fantasmales a las que bautizaron como "soldados fantasma", en clara alusión a los presos confederados muertos en el lugar durante la Guerra de Secesión"
Punto y aparte merece el hecho de que en las antiguas duchas de la prisión, más de uno ha creído oír el tañido de las cuerdas de un banjo. Y es que uno de los presos más afamados que estuvo recluido en el lugar fue, nada más y nada menos que el gánster Al Capone, de quién dicen, solía tocar el banjo mientras esperaba turno para ducharse.
[VIDEO]: Natgeo - La Fuga de Alcatraz
[EXTRA]: Escena de la película "Fuga de Alcatraz"
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LINKS:
- http://balearoculta.blogspot.mx/2012/07/alcatraz-la-isla-maldita.html
- http://www.taringa.net/posts/info/799584/Prision-de-Alcatraz---Historia-curiosidades-y-fotos.html
- http://es.wikipedia.org/wiki/Isla_de_Alcatraz
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